sábado, 16 de febrero de 2008

Lo femenino y lo masculino en el sexo


Hoy estuve navegando por decenas de blogs sobre el sexo. ¿Mi afán? investigar, conocer, compartir, dejarme contagiar por los atrevimientos de otros escritores y escritoras de la blogosfera. Obviamente no pude evitar encontrarme con un mar de sitios pornográficos donde lo que predomina es la visión masculina del sexo. Volar culo, coger por el ano, mamadas, doble penetración, lesbianismo, y un montón más de sexéteras.

Como macho que soy, las formas masculinas de ver la sexualidad resuenan en todos los rincones de mis neuronas y de mis hormonas sexuales. Es decir, son ricas, sabrosas, exitantes. Despiertan en mí el arquetipo del Harén del que muchos hombres somos presa. O sea, vivimos angustiados por no poder tener coito con cuanta doncella se nos antoje. La visión masculina del sexo está buenísima. No creo que tenga nada de malo, desde luego que hay manifestaciones insalubres de esta visión, al igual que las hay en la perspectiva femenina. Pero nuestra historia en el planeta hace que la balanza esté muy inclinada hacia formas masculinas de ver el sexo. Lo vemos en los periódicos, revistas, anuncios, películas. !Cada 10 minutos veo una tanga sexy o un hilo dental bien caliente!

¿Como hacemos para que la visión femenina del sexo, de la cual me declaro un poco ignorante, pueda empezar a inclinar la balanza a su favor? Ya estoy cansado de la dictadura del monosexismo machuliento. Quiero un poco más de pasión, de seducción, de preámbulo erótico, de enamoramiento, de caricias que no culminen en penetración.

No me vayan a mal entender, la visión masculina es necesaria para que el Ying Yang quede completo. Lo que pasa es que necesitamos darle más espacio a la energía fememina. Energizar nuestras vidas con el riquísimo espectro de sabores eróticos de las diosas del sexo.

Princesas, reinas, damas, doncellas. Las necesitamos. Necesitamos su versión de XXX. Que el mundo sea de ambos.

Absolom.

3 comentarios:

Ishtar dijo...

Interesante visión, me encanta que como hombre tengas la sensibilidad de apreciar que nuestro papel es determinante, esta muy bien tu blog, gracias por visitarme y comentar y de esa manera arrastrarme hasta aqui, hace mucha falta leer a un hombre hablando de sexo con un criterio inteligente.

Te dejo un beso... feliz semana.

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante tu comentario. Como mujer que soy, hecho de menos y cada vez más en nuestra cultura,una visión femenina del sexo. Pero es dificil encontrar una genuina visión femenina, pues la apertura sexual que hoy vivimos, se ha producido teneiendo como paradigma la visión masculina del sexo. Las mujeres nos hemos asimilado a ella, y leo por todas partes comentarios en que se nos anima a adoptar como propias todo tipo de prácticas, sin que el deseo de las mismas nazca de nuestra propia apetencia o deseo, como si el hecho de negarte a practicar alguna de ellas, sencillamente porque no te reportan placer, fuera una especie de merma. Noto en general una enorme presion cultural en el hombre por "complacer" a toda costa a la mujer, sintiendose menos hombre si no lo consigue( antes era "proporcionar" un orgasmo a la mujer; ahora ya no basta con unos sólo, tienen que ser varios)Y la misma presión existe hacia la mujer: si no "te gustan" algunas de las infinitas practicas sexuales que ahoran se han popularizado, eso significa que tienes represiones y debes abrir más tu mente y tu cuerpo, eso además de que el hombre se siente desilusionado y extrañado de que no acojas con entusiasmo cualquiera de las prácticas que a él le entusisman: ¡eres tú la que tienes un problema!.
¿Pero no quedamos en que el sexo estaba al servicio del disfrute?
Entonces ¿ quién me puede decir a mi "lo que me tiene que producir placer" a mi? Creo que soy yo misma la única que puede decidir eso.
Y a mi, como a otras muchas mujeres (cuyas voces no se oyen por cierto) nos gustaría más pasión y menos virtuosismo, más entrega confiada al placer del momento y menos "técnicas de repertorio", más romance, más tiempo en la conquista y con ello más tensión en la espera...y más placer en consecuencia. Yo personalmente genero más tensión sexual cuando hay más juego cómplice de miradas, deseos más o menos encubierto, seducción y romanticismo. Y mis orgasmos son mucho más placenteros contando con ese clima previo que haciendo acrobacias imposibles o repitiendo una y otra vez el "protocolo" de los que hay que hacer por muy variado que ahora sea ese protocolo.
Entiendo que otros disfruten de otras maneras, pero lo cierto es que cada vez existen menos hombres ( y me temo que mujeres también) que sean capaces de embarcarse en una relación pasional y erótica que les involucre en su totalidad y no en la pura mecanicidad de "lo que está de moda hacer".
Quiero disfrutar de mi sexualidad como a mi me guste, y no como me bombardeen que debo hacerlo en nombre de la pos modernidad. Y dado que ya paso de los cincuenta....creo que no me va a dar tiempo a que el ´pendulo oscile en su vuelta hacia una sexualidad más imaginativa y personal.

Gracias por darme la oportunidad de expresar una mínima parte de lo que pienso y siento.
suaveslanoche@yahoo.es

Absalon dijo...

Hola Isa, gracias por tu hermoso comentario. Tu voz habla por todas las mujeres que han trascendido la convencionalidad de las prácticas sexuales y anhelan un mundo más poblado de personas que piensen y actúen de la misma forma.

La seducción que tú mencionas es tan magnética que en muchos casos hasta cuenta por muchos orgasmos mal concebidos, ¿no crees?

No puedo dejar de pensar en algo práctico que nos aleje de un fatídico "tirar la toalla". Creo firmemente que personas como tú pueden influenciar ampliamente los matices de comportamientos eróticos en nuestra sociedad. Vivimos en un entorno tan reprimido sexualmente que con un poco de magia es simplemente sencillo lo que una persona es capaz de hacer. ¿La clave? No negar los patrones de comportamiento ni "arquetipos" como Jung lo llamaría de sexualidad que se han incrustado en la sociedad. Sino que más bien montarse sobre ellos para poder propagar una visión más liberadora, más femenina, más sabia de lo que es sexo y erotismo.

Me temo que mi comentario es un poco ambiguo porque no quiero extenderme mucho, pero quizás podamos continuar la plática. Será un placer...